Capitulo 1
—¿Aún no te has acostumbrado a ese avatar?
Asuna alzó su rostro de la ventana que mostraba su tarea de inglés ante la pregunta
repentina.
Ella respondió mientras sujetaba el cabello azul único de los Undine, fluyendo sobre su
hombro derecho, entre las puntas de sus dedos.
—Hmmm… ¿tal vez un poco más? Es extraño, ¿verdad…? Mi rostro y mi cuerpo son los
mismos que cuando estaba en Aincrad, con la excepción del color de mi cabello y mis ojos,
pero se siente raro en ocasiones. Como si mi cuerpo no estuviera conectado adecuadamente a
mi consciencia…
—Hmm…
El que frunció el ceño con preocupación fue el chico Spriggan del pelo negro que estaba
erguido de pie. Asuna no pudo evitar sentir que él era un chico parecía estar por cumplir los
dieciocho, aunque el chico de tras el avatar era simplemente un año menor que ella, debido a
que su avatar parecía más pícaro que su apariencia en el mundo real.
El Spriggan, sentado a su lado en el sofá, apartó el holoteclado en frente de sí mismo,
posó sus codos sobre la mesa y miró fijamente a Asuna.
—Eso, tal vez, sea un asunto distinto que acostumbrarse… Mencionaste que no hubo
ningún problema con el nivel de conexión ni la respuesta del AmuSphere, ¿no?
—Sí. Ambos estaban en su valor promedio o superior.
—Ya veo…
Él asintió una vez, estiró su mano izquierda y sujetó la mano derecha de Asuna sin previo
aviso.
—Eh, ¿q-qué?
Ella preguntó, con su corazón latiendo fuertemente por la emboscada, pero la otra
persona mantuvo su rostro solemne y abrió la palma de Asuna. Él acercó su dedo índice hacia
allí y lo detuvo tras entrar en contacto levemente.
La sutil sensación cosquillosa que se originó en el medio de su palma se propagó hasta la
espalda de su avatar y Asuna emitió involuntariamente un suave desliz “Nn…”. Pero el Spriggan
habló, con su vista absorbida en la palma, sin perder su expresión contemplativa.
—Mi sentido del tacto está reaccionando en mi costado en este momento, pero tú
también puedes sentir que te toco, ¿cierto?
—Sí… lo percibo.
Asuna asintió y el Spriggan continuó con su expresión solemne.
—Bien, entonces, lo apartaré, así que dime cuando la sensación se desvanezca por favor…
¿Qué tal, aún lo sientes?
El dedo en la palma se deslizó poco a poco con la sensación que se debilitó excesivamente
estimulando su sistema nervioso virtual. Ella susurró mientras su avatar temblaba.
—Sí… aún lo… siento…
—Ya veo… entonces, ¿qué tal esto?
—Sí… puedo, sentirlo…
—Hmm… parece que las señales I/O están funcionando a nivel normal…
—Ah… puedo, sen…
Y allí, Asuna se percató finalmente del hecho de que su respuesta podría provocar una
especie de malentendido.
Una fuerte fiebre invadió todo su rostro en un instante. Ella retiró rápidamente su mano
derecha, sujetándola firmemente. Volteando hacia el Spriggan con la expresión de sorpresa,
gritó a todo volumen.
—¡Qué me estás haciendo decir! ¡¡Ki-Kirito-kun, idiotaaaaa!!
Aunque su gancho derecho explosivo definitivamente no generó daño ya que estaban en
una posada de una ciudad neutral, empujó sin problemas al pequeño Spriggan hacia la pared
interna desde el sofá.
21 de junio 2025, sábado, 8:30PM.
Asuna, Yuuki Asuna, estaba haciendo la tarea de la escuela con Kirito, Kirigaya Kazuto, en
una habitación de una posada a las afueras de «Yggdrasil City», una ciudad del VRMMORPG,
«ALfheim Online».
La empresa «Ymir», que logró la administración sobre ALO de la compañía ahora disuelta,
RCT Progress, había traído varios cambios al juego, pero uno de ellos era la concesión de una
conexión limitada a redes externas a ALfheim. Iniciando el navegador desde el menú, podían
visualizarse varios sitios y archivos de tarea almacenados en el depósito online al que también
se podía acceder como en una PC o una terminal portátil en el mundo real. Incluso en el caso
en que jugadores con malas intenciones ejecutaran programas sospechosos, serían detectados
inmediatamente por el «Cardinal System», así que tampoco dañarían la seguridad pública del
hogar de las hadas.
Su madre frunció el ceño cuando Asuna empezó a utilizar máquinas FullDive otra vez y le
dijo repetidas veces “Haz tu tarea por ti misma por lo menos”, pero Asuna consideraba su
cuerpo del mundo real y su avatar del mundo virtual como «ella misma».
La funcionalidad de abrir tantas ventanas a su alrededor como quisiera (para ser precisos,
hbía un límite máximo) hacía más efectivo estudiar en el mundo virtual y no había ningún
problema como que sus ojos se fatigaran o que sus hombros se tensaran. Y, por encima de lo
demás, Asuna podía estudiar hombro a hombro con Kirito, quien vivía en Kawagoe de la
Prefectura de Saitama, alejado de su casa en Miyasaka de la ciudad Setagaya… no, este no
sería el mayor motivo que tenía.
En cualquier caso, ellos estaban escribiendo plenamente en sus holoteclados esta noche
en sus formas feéricas cuando Kirito inició una revisión repentina sobre el sentido del tacto de
Asuna, eso fue lo que ocurrió.
El Spriggan levantó su cuerpo mientras se quejaba y Asuna, quien también se levantó del
sofá, colocó sus manos en su cintura y habló.
—¡Mira, si estás verificando las señales de mi sentido del tacto, hay otros métodos,
¿cierto?!
—Esa era la manera más sencilla… Para empezar, tú eres la que reaccionó de una manera
perv… extraña, Asuna…
Ella fijó una mirada aún más mordaz sobre Kirito, murmurando una respuesta
incomprensible.
—¿Perv… qué? ¿Qué ibas a decir? No me enfadaré, así que ¿me lo podrías decir?
—¡Es una mentira definitivamente! O más bien, ya estás enfadándote…
—¡No es cierto! ¡Si Yui-chan no hubiera salido, me habría enfadado en serio!
Las palabras de Asuna hicieron que Kirito temblara mientras se paraba rígidamente
erguido.
Yui, una AI Top-Down avanzada, la hija de la pareja y también una «pixie de navegación»
en ALO, estaba ausente, ya que había ido a acompañar a algunos de sus amigos, incluyendo a
Klein y a Lisbeth, en su cacería.
El pensamiento de su adorada hija contemplara la escena de antes hizo que su rostro se
encendiera de nuevo y Kirito formó una sonrisa inmediatamente y comentó.
—Asuna, tu cara está muy roja.
Con un tono alegre, ella no pudo evitar presionar su puño una vez más.
Maldición; ese pensamiento apareció en la expresión de Kirito mientras volteaba hacia él
y dio varios pasos hacia adelante cuando eso sucedió.
—Ah…
Asuna se detuvo con un suave murmullo.
Aquella sensación la había asaltado otra vez. Una sensación extraña donde su espíritu
abandona su avatar por un breve instante. Una que la dejaba confundida de dónde estaban
sus manos y sus piernas y cómo moverlas… una que la dejaba donde no estaba.
Habiendo sentido la anormalidad probablemente, Kirito se acercó a una velocidad igual a
la teletransportación y sostuvo el cuerpo de Asuna. Miró los ojos de Asuna con su expresión
seria y susurró.
—¿Estás bien?
—S… Sí, estoy bien. Ya me siento bien.
Incluso mientras respondía, Asuna apoyó su peso en las manos de Kirito y siguió
murmurando.
—Es solo una pequeña… una pequeña sensación de incomodidad. No es que pierda el
control total de mi avatar y podría ignorarla cuando llegue, pero… no, tal vez solo sea yo,
pero…
—No… es mejor que lo confirmemos. No has sentido esto en Aincrad, ¿no?
—En efecto. Ni una sola vez… creo…
Kirito levantó gentilmente a Asuna y la llevó a la alcoba de la puerta vecina mientras ella
asentía. La habitación rentada era una suite de la más alta categoría, así que una vista no
obstruida del hermoso paisaje nocturno de Yggdrasil City y la vasta tierra de Alfheim de abajo
eran visibles a través de la ventana de la espaciosa habitación. Sin embargo, Kirito no tenía
ojos para esa escena, recostando a Asuna en la enorme cama y sentándose a su lado.
Extendiendo su mano derecha una vez más, acarició suavemente el cabello azul claro mientras
abría la boca.
—Asuna, probablemente no quieres recordar esto, pero…
Asuna entendió lo que Kirito no expresó por su tono en duda. Ella sacudió levemente su
cabeza con una leve sonrisa.
—Está bien… No he sentido esto ni una sola vez cuando era «Titania». Por eso, no creo
que sea por el cambio de mundos.
—Ya veo…
Asintiendo, Kirito desplazó finalmente su vista por la ventana.
Fue el 7 de noviembre, 2024 cuando completó el juego de la muerte, «Sword Art Online»,
y liberó a los seis mil ciento cuarenta y nueve jugadores que seguían con vida del castillo
flotante Aincrad.
Sin embargo, aproximadamente trescientos jugadores, incluyendo a Asuna, no pudieron
retornar al mundo real. Un hombre llamado Sugou Nobuyuki que tenía un importante puesto
en la compañía de electrónicos generales, RCT, secuestró las consciencias de trescientas
personas en una instalación de investigación virtual establecida en ALO con experimentos
humanos ilegales como su objetivo.
Asuna no fue tratada como un sujeto experimental, fue aprisionada en una gigantesca
jaula que colgaba de una rama de Yggdrasil. Sugou, quien operaba bajo el nombre del «Rey de
las Hadas Oberon», en este mundo, le otorgó el nombre «Titania».
Su angustia como cautiva perduró hasta que Kirito la rescató el 22 de enero del 2025.
Esos dos meses se sintieron tan extensos como los dos años transcurridos en Aincrad, pero,
aun así, ella no estuvo consciente de alguna anormalidad en su sentido del tacto ni una sola
vez durante ese periodo.
—Creo que la primera vez que esta… esta «sensación de separación» ocurrió fue hace
aproximadamente un mes…
Después de que murmuró con una voz suave, los ojos de Kirito se abrieron
completamente.
—¿Recuerdas la primera vez?
—Sí. Porque fue durante la batalla contra el monstruo jefe del primer piso del Nuevo
Aincrad.
Esos ojos negros parpadearon dos, tres veces al escuchar la respuesta de Asuna.
—Conque fue entonces… Ahora que lo mencionas, hubo un momento en el que detuviste
tu magia; no me digas que…
—Lo recuerdas muy bien…
Mientras formaba una sonrisa burlona ante el recuerdo inusual de su amante, Asuna
asintió.
—Sentí que me alejé demasiado mientras entonaba un conjuro y dejé de mover mi boca
inconscientemente. Volví a la normalidad de inmediato y solo ocurrió una vez durante la
batalla, así que pensé que solo habría sido mi imaginación, pero… empezó suceder de vez en
cuando desde ese momento…
—En ese caso, realmente no es un asunto de acostumbrarte a tu avatar. Quiero decir, ya
habían pasado más de tres semanas desde que te sumergiste por primera vez en ALO antes de
la batalla del jefe del primer piso, ¿cierto, Asuna? Si la causa es la falta de experiencia con tu
avatar, habría sucedido de manera más frecuente cuando estaba preparándote.
—Supongo… que tienes razón. Pero, entonces, qué exactamente ha estado…
Ella inclinó su cabeza mientras se recostaba en la cama y Kirito asumió un rostro pensativo
por un momento antes de hablar.
—¿Ese fenómeno no ocurre cuando estás en otro espacio VR aparte de ALO?
—Umm… es cierto. No estoy en FullDive muchas veces en ninguna parte aparte de aquí,
pero no recuerdo sentirme «separada» en ninguna otra parte.
—Entonces, tampoco es debido a las diferencias del Nerve Gear y el AmuSphere. Luego,
estaría… um… lo dudo, pero tal vez el mismo fenómeno esté sucediendo en el mundo real…
—No es así. Sería una verdadera experiencia fuera del cuerpo si fuera cierto, ¿no?
Tras decir eso, se asustó un poco y revisó sus recuerdos otra vez, pero, afortunadamente,
nada similar le llegó a la mente. Pero, en ese caso, la causa detrás del misterioso «fenómeno
de separación» terminó siendo desconocida. Trató de recopilar información de internet, pero
no pudo encontrar a ningún usuario de AmuSphere que reportara el mismo defecto y los
síntomas eran demasiado vagos para depender del apoyo de RCT o Ymir.
El fenómeno dura apenas un instante y sería el final de todo si lo ignoraba simplemente,
así que, probablemente, no supondría mucho obstáculo en la forma de jugar, pero tras
meditarlo tanto tiempo, sería muy complicado ignorar completamente este asunto.
Con su perfil lateral visible para Asuna mientras se sentaba, Kirito exhaló un quejido otra
vez, pero habló de pronto, aparentemente habiendo mantenido su determinación.
—Supongo que todo lo que queda sería discutirlo con Yui.
—Sí…
Asuna también lo había considerado después de que la cuarta o la quinta «separación»
ocurrió, pero siguió dudando hasta hoy. Después de todo, Yui estaría extremadamente
preocupada si sabía de la condición anormal de Asuna y, en el caso donde el problema no
podría resolverse con las habilidades de Yui, probablemente colocaría una enorme carga en el
corazón de la niña.
Yui era un modelo de AI que apoyaba a los jugadores de SAO con sus problemas mentales.
Sin embargo, sus varias autoridades fueron congeladas tras convertirse en un juego de la
muerte y fue incapaz de no hacer nada más que monitorear las emociones negativas de al
menos varios miles de jugadores. Su programa principal se descompuso eventualmente por la
carga inusual ejercida y ella apenas podía hablar para el tiempo en que se encontró con Asuna
y Kirito.
De esta manera, Asuna decidió nunca preocupar a Yui y proteger su pequeño corazón del
daño más mínimo.
Sin embargo, Kirito asintió una vez como si viera a través de ese sentimiento y extendió su
mano hasta la cabeza de Asuna otra vez. Mientras acariciaba su cabello con una fuerza gentil,
pero firme, apenas había avatares con un nivel de control tan delicado, habló.
—Entiendo cómo te sientes, Asuna. Pero… si Yui descubre que no lo discutiste con ella, se
entristecería de todas formas, ¿no, Asuna?
—Pero… a decir verdad, no es un problema tan importante. Estoy segura de que
probablemente me acostumbraré a este fenómeno tarde o temprano y ya no me molestará.
—Quién sabe… Eres muy sensible después de todo, Asuna…
Y allí, Kirito dejó su boca abierta y continuó mientras sacudía su cabeza nervioso.
—Ah, no, no quise decirlo de una manera rara.
—Oye, yo entiendo eso muy bien… ¿Entonces?
—Entonces… veamos, no creo que un jugador sensible sería capaz de ignorar una falla
pequeña en sus sentidos. Con más razón durante los combates, quiero que disfrutes
completamente este mundo, Asuna… este no es un juego de la muerte, es un VRMMO normal.
Quiero remover cualquier obstáculo para lograrlo, sin importar lo leve que sea… este tal vez
sea un deseo egoísta mío al final, pero…
Volteando hacia Kirito, quien terminó con un murmullo y parecía levemente deprimido,
Asuna extendió su mano derecha.
Colocando la mano sobre el borde del collarín de la ajustada camisa negra, la haló hacia
ella con todo lo que tenía. Con su equilibrio perturbado por ese elevado parámetro de fuerza
heredado de los días de SAO, el esbelto Spriggan gritó “Wah” mientras caía sobre el pecho de
Asuna que estaba recostada.
Sujetándolo con ambos brazos sin demora, Asuna vertió toda su fuerza en abrazarlo
firmemente mientras susurraba.
—Gracias, Kirito-kun… lo estoy disfrutando realmente ahora mismo. Me estoy divirtiendo
yendo a las varias naciones de Alfheim y las muchas ciudades del Aincrad renacido, paseando,
comprando y teniendo aventuras contigo, Yui-chan y los demás. También quiero seguir
viajando por este mundo con todos a partir de ahora.
Kirito dejó de forcejear en sus brazos mientras Asuna hablaba con un ritmo gentil. Poco
después, ella colocó tímidamente sus brazos alrededor de su espalda.
Ahora que lo pensaba, esta sería la primera vez que se acunaba con Kirito de esta manera
desde SAO. Había estado continuando su rehabilitación desde que se libró de la jaula del
mundo virtual desde enero hasta los finales de abril y, después de eso, adaptarse al mundo
real tras dos años, incluyendo su escuela nueva, le costó todo, así que no podía permitirse
perder el tiempo con Kirito en cualquier mundo.
La única razón para hoy también fue porque nadie aparte de la pareja había recibido una
gran pila de tareas, ya que solía de haber más personas en las reuniones de estudio.
Sin embargo, Asuna estaba tramando un solo plan en este momento… o, tal vez, una
promesa para sí misma en lo profundo de su corazón.
Ella no sabía qué tan pronto sería, pero cuando el vigesimoprimer piso en adelante fueran
habilitados en el nuevo Aincrad, que solo llegaba hasta el décimo piso hasta ahora, llegaría al
vigesimosegundo piso antes que nadie y compraría la pequeña casa de troncos construida en
lo profundo del denso bosque. Esa casa de jugador en la que pasó un tiempo breve, pero
dichoso, con Kirito.
Por supuesto, había escasas diferencias entre el nuevo y el viejo Aincrad, no solamente las
ubicaciones de los monstruos y las generaciones de ítems, también la topografía, así que esa
casa en particular tal vez no exista en ese lugar en particular. Sin embargo, Asuna creía que sí.
Creía que esa casa de troncos los esperará a ellos dos definitivamente. Aunque no estaba
segura de si la Quest de la «casa voladora» tendría que completarse una vez más antes de
comprarla1
.
—Quizá…
Tal vez el tranquilo murmullo de Asuna había llegado a sus oídos, pero Kirito inclinó
ligeramente su cabeza en sus brazos. Tras susurrar “No, no es nada”, Asuna continuó sin
mencionarlo.
Quizá este misterioso fenómeno de separación había sido provocado porque su corazón
estaba anhelando demasiado esa casa. Su consciencia tal vez había abandonado a su avatar
por un mero instante, volando hacia el bosque del vigesimosegundo piso…
La voz de Kirito llegó a los oídos de Asuna mientras meditaba.
—Discutámoslo mañana con Yui. Incluso si hubiera un desperfecto que ignoramos, Yui
debería encontrarlo definitivamente.
—Sí… es cierto.
Parpadeando, Asuna lo liberó lentamente de su abrazo.
Las mejillas que se tocaban se separaron y los ojos de la pareja se encontraron a corta
distancia. Un leve presentimiento fluyó por el pecho de Asuna, pero Kirito intercambió miradas
con ella, levantó su cuerpo y se sentó en el lado de la cama una vez más antes de girar su
cabeza y hablar.
—Bueno… ¿qué quieres hacer ahora? ¿Nos unimos a Klein y al resto?
Asuna formó una sonrisa amarga y sacudió su cabeza a ambos lados.
—No lo creo. No hemos terminado nuestras tareas, ¿no?
—Ah… e-es cierto…
—Probablemente serán las diez cuando terminemos todo, así que cazaremos mañana.
Agil-san y Leafa-chan dijeron que también vendrían mañana, estoy segura de que será más
divertido con más personas.
—Bieeeeeeen.
Tras responder de una manera infantil, su cabeza se desplomó y murmuró para sí mismo.
—Aaaah… y las diez también era cuando la verdadera cacería empezaba en SAO…
1 Esta es una referencia a la side story “The Day Before”, donde se relata cómo Kirito y Asuna llegan a
casarse oficialmente en Aincrad tanto como la compra de su casa en el piso 22.
—¡No recuerdes esas cosas raras! En primer lugar, nunca fuiste muy dispuesto en la
«jornada nocturna», ¿no? Y seguías subiendo de nivel a pesar de eso, así que eso se consideró
parte de los siete misterios del grupo de despeje.
Asuna dijo eso, levantando la parte superior de su cuerpo de la cama, y Kirito expresó una
pregunta mientras asumía una expresión un tanto complicada.
—¿Cuáles eran los otros seis misterios?
—Veamos… había la «Leyenda del Espadachín Negro – Espada de Una Mano Sin
Escudo»… o la «Leyenda del Espadachín Negro – Obteniendo demasiados Last Attacks»2…
—Es-Espera, espera. ¿Todas esas no son historias sobre mí?
—Está bien, el séptimo era la «Leyenda del Líder de KoB que era muy denso»… pero ese
en particular resultó no ser tan misterioso…
Asuna rememoró los recuerdos de hace ocho meses mientras murmuraba y el espadachín
de pelo negro que vio a través del «misterio» del líder, Heathcliff, también conocido como
Kayaba Akihiko, dejó caer su mano extendida sobre su cabeza.
—No es como si hubiera un verdadero misterio a mi alrededor. Solo logré mantener mi
nivel de alguna forma, gracias al ánimo y la ayuda de varias personas… por supuesto, eso te
incluye, Asuna.
Tras acariciar su cabeza dos o tres veces, Kirito se levantó de la cama y se estiró con un
movimiento exagerado.
—Bueno, apresurémonos y acabemos nuestras tareas… Mientras estemos en ese tema,
también me gustaría pedir un poco de ayuda…
—Supongo que no tengo opción.
Aterrizando en el suelo con un rebote en sus acciones, Asuna añadió con una amplia
sonrisa.
—¡Cuando acabemos, asegúrate de invitarme algo en el restaurante del primer piso!
Lo que sintió al principio cuando retornó al mundo real del mundo virtual fue el peso de
su cuerpo físico.
Para decirlo de otra manera, también podía ser la magnitud de la verdadera gravedad. Ya
que ella persistía en un build enfocado en la velocidad como esgrimista en el viejo SAO, su
percepción del peso de su avatar se aligeraba proporcionalmente. Galopando por los campos
como si fuera un ventarrón, día tras día, saltaba sobre obstáculos como un potro. Esa agilidad
no cambió ni siquiera en ALO, a donde se transfirieron los datos de su status. No, tal vez habría
sentido una gravedad levemente inferior, ahora con alas en su espalda.
2 Esto se explica en “Aria de una Noche sin Estrellas” del volumen 1 de Sword Art Online Progressive.
Consecuentemente, su respiración se sentía prácticamente ahogada por el peso ejercido
en todo su cuerpo en ese instante en que abrió sus ojos sobre la cama de su habitación
tenuemente iluminada. A pesar de lo ansiada que era la «desconexión» cuando estaba
atrapada en ese juego de la muerte, ella simplemente no podía encontrar ninguna alegría en
esa sensación. Se acostumbraría a este shock algún día probablemente de todas maneras.
Tras abrazarse por unos diez segundos, Asuna levantó su cuerpo gentilmente.
Removió la máquina FullDive sorprendentemente más delgada que el Nerve Gear, el
AmuSphere, de su cabeza. El sensor del techo detectó sus movimientos y aumentó
automáticamente la intensidad de la iluminación indirecta.
Postrando sus dos pies en el suelo, ella se puso de pie cuidadosamente, pero, como se
esperaba, aún sufrió de un leve vértigo. Se asemejaba ligeramente al misterioso «fenómeno de
separación» que afectaba de manera leve a la Asuna del mundo virtual, pero, comparado a
allá, donde se sentía que su consciencia despegaba hacia el cielo, el vértigo del mundo real se
sentía como si fuera halada hacia el suelo. El nivel de incomodidad era mucho peor.
Sacudiendo levemente su cabeza y deshaciéndose del vértigo, ella deslizó sus pies por sus
zapatillas y caminó hasta la ventana del sur.
Observó la zona residencial, sumergida en el denso y húmedo aire nocturno, a través del
espacio en las cortinas por un momento. Quizá había una leve llovizna, ya que paraguas
blancos se formaban alrededor de los faroles de la calle, trayendo vagamente a la mente los
efectos de luz del mundo virtual.
—¿……?
Sintiendo un estímulo abrupto en una parte de sus recuerdos, Asuna frunció el ceño.
Una calle de noche. La iluminación opacada por la niebla nocturna. Un cauce,
murmurando mientras fluía. Abrazando sus rodillas, agachada, a su lado. Sintiéndose
impotente, queriendo huir, pero careciendo de toda ruta de escape…
Ella no podía recordar cuándo o dónde vio esa escena. Trató de comprender firmemente
la imagen indistinta, pero se desvaneció de una manera tan abrupta como cuando llegó.
Sintiendo una desolación inexplicable que perduraba en lo profundo de su pecho, Asuna
siguió contemplando el paisaje nocturno del mundo real por ese breve momento.