Capitulo 5
(Sugary days 5)
(Sugary days 5)
"…Tres, dos, uno…"
Asuna comenzó una repentina cuenta regresiva sin explicación mientras miraba la hora en la pantalla del menú principal.
"¡Cero!"
Me agaché de inmediato al oír eso, pero nada pasó, incluso después de un período de cinco segundos de espera. La atmósfera suave que impregnaba la casa de madera construida cerca del borde del vigésimo segundo piso permaneció como siempre. Parecía que esto no era una broma con Asuna y yo, sentados en sofá, luego saliendo a correr o la casa explotando.
"...Q-Qué fue ese cero?"
Pregunté nervioso y Asuna quitó la ventana con una sonrisa.
"Acaban de ser las cinco y diecinueve p.m."
Esa hora no era algo que mereciese ser señalado como un evento que acabara de pasar. Reflexioné sobre lo que significaba antes de darme cuenta.
"Ah... así que eso es. Acaba de pasar un día desde que nos casamos..."
"¡Correcto! A pesar de que no ha sido un año, ha sido un día".
Con una sonrisa torcida, me acerque a Asuna quien lo decía tan felizmente.
"Supongo que tendremos que celebrar entonces."
Cuando retire el cabello largo que cubría su mejilla con mis dedos, Asuna bajó los párpados mientras su cara se tornaba roja. Puse mi boca sobre sus pequeños labios.
Nuestro largo beso terminó y Asuna preguntó en voz baja.
"¿Es “apenas un día”... o “ya un día”?"
Parecía que estaba preguntando si las veinticuatro horas que habíamos pasado en esta casa se sentían demasiado cortas o largas.
Respondí después de algún pensamiento.
"Ambos, supongo... El día se sintió tan completo, estando y hablando tanto contigo, Asuna... pero también siento como que un día se pasó demasiado rápido."
Ese pensamiento debe haber sido mi sensación de que nuestros días en esta casa del bosque no podrían continuar por mucho tiempo.
Asuna y yo habíamos dejado al gremio de limpieza «Caballeros de la Sangre», anunciado nuestra retirada temporal de las líneas del frente y descendido hasta el piso veintidós.
Por supuesto, los de la línea delantera no harían, de ninguna manera, pausa en la limpieza, simplemente porque dos de ellos se fueron. Deben estar todavía luchando, con el laberinto del piso setenta y cinco como su objetivo, incluso ahora: Los KoB, dirigidos por Heathcliff el espadachín invencible, la «Alianza de Dragones Divinos», el gremio más grande entre ellos, los «Fūrinkazan», donde Klein, mi viejo amigo, servía como líder... y los muchos otros jugadores fuera de ellos.
Los de la línea delantera no eran con seguridad monolíticos, pero si tuviera que declarar lo que los unía, sería un entendimiento común-de que todos ellos habían puesto sus vidas en la línea, luchando mientras asumían el riesgo de muerte.
SAO carece de magia. Como tal, no hay sanadores o clases basadas en potenciadores para ser protegidos más que los otros, como en otros juegos. Aunque hay roles asignados tales como tanques, atacantes y exploradores, cada uno y todos los jugadores de la línea delantera tenían que pararse frente a los monstruos y luchar al tiempo que suprimían su miedo.
Ese era exactamente el por qué jugadores como Heathcliff, que emanaba un sentido absoluto de comodidad, y Asuna, que podía hace añicos a los monstruos con un poder abrumador, podían acumular un nivel de respeto similar a la adoración.
Sin embargo, girando en torno a eso, eso significaba que aquellos que no luchan pierden su lugar en la línea delantera.
Aunque pocos, hubo casos de jugadores entre ellos que fueron víctimas de su miedo y perdieron su capacidad para estar frente a los monstruos. A pesar de que no importaba mucho en batallas contra débiles, aquellos que ignoraban las órdenes para hacer switch al despejar el jefe de piso podrían provocar el colapso de una party... o incluso el del grupo de asalto. Por lo tanto, era normal para aquellos jugadores señalar su retirada de la línea delantera a través de su discurso o comportamiento y desaparecer sin mucho anuncio.
La retirada mía y de Asuna básicamente no fue muy diferente de eso tampoco. Debe haber alguno con emociones amargas sobre nuestra retirada repentina entre aquellos jugadores que luchan en el septuagésimo quinto piso, en especial los del gremio KoB. Este momentáneo respiro probablemente solo duraría hasta que el piso 75 fuera despejado a lo sumo.
No... el piso 75, en particular, sería el tercer cuarto de Aincrad. Había una posibilidad de que el jefe de piso se viera reforzado con alguna medida extrema, similar a los de los pisos 25 y 50. Si eso resultaba ser cierto, podrían solicitarnos volver en cuanto descubrieran la sala del jefe.
"...Ya ha pasado un día, eh."
Murmuré una vez más y abracé la esbelta figura de Asuna más de cerca.
Si regresamos a la línea delantera, también tendríamos menos oportunidades de contacto como este. O mejor dicho, eso sería una sutileza con Asuna siendo reinstalada como sub-líder de KoB; podría ser difícil para nosotros incluso reunirnos.
Como si percibiera mi malestar, Asuna susurró en mi oído.
"Está bien, apenas ha sido un día."
"……Sí."
"Además, el día no ha terminado todavía. Aún hay muchas más cosas que podemos hacer, ¿verdad? "
"...... S-sí."
Mi avatar se retorció ante esas palabras seductoras. Asuna parpadeó en ese instante antes de que todo su cuerpo se tiñera color carmesí.
"E-eso no es, no me refería a ‘’eso’’ cuando dije eso."
Puse mis labios sobre su nuca mientras ella hablaba rápidamente. Saboreando la sensación de su piel cálida y suave como la seda, recuerdo lo que Asuna había dicho por la tarde.
Ella dijo que le gustaban las líneas de electricidad cuando niña. Que se sentía fascinada por los datos transmitidos sin cesar a través de las líneas eléctricas.
Los escalofríos y jadeos de Asuna que yo sentía ahora eran enviados desde su cerebro mientras ella yacía acostada en un lugar muy lejos del mundo real, haciéndose camino hasta mi NerveGear a través de la masiva web de cables de fibra y el servidor de SAO. Sentí que ese hecho era un milagro precioso y a la vez un obstáculo molesto.
"...Asuna..."
Murmuré mientras abrazaba fuertemente a mi amada.
"Si……"
Sin embargo, no pude hablar más allá. Después de todo, ese futuro se sentía demasiado lejano, demasiado precario. Todavía carecía de valor para preguntar qué había más allá de la finalización de este juego de la muerte.
Incluso Asuna con su capacidad astuta, similar a la telepatía, para leer mis pensamientos optó por mantener su silencio este momento. En cambio, sus dos manos regresaron con firmeza mi abrazo.
Finalmente, ella vocalizó una sola palabra: mi nombre.
"Kirito-kun."
Su voz parecía como calmando a un niño de corta edad, diciendo que todo iba a salir bien.
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El menú para la cena era un pescado sabroso y pan, cocido en el horno, sopa de patatas y ensalada verde.
Como era de esperar de una habilidad de cocina llevada al máximo, la piel del pescado blanco estaba exquisitamente asada y me lo metí en la boca con una salsa de hierbas, masticándolo y tragándolo antes de hacerle una consulta al chef.
"¿Es el pez que compramos temprano en el pueblo?"
"Así es. ...¿No te gustó? "
"N-No, está super bueno, ¡en serio!"
Después de sacudir mi cabeza nervioso, añadí en seguida.
"Es sólo que, habiendo esa salsa de soja en la que invertiste tanto esfuerzo, Asuna, pensé que prepararlo como sashimi podría haber sido genial también."
"Aah, sashimi suena bien..."
Asuna se quedó en un sueño en la distancia, imaginando que ese plato nunca sería servido en un restaurante NPC en Aincrad, pero inmediatamente mostró una sonrisa un tanto amarga.
"Pero ya ves, aunque pueda estar pensado demasiado esto... no hay refrigeradores en este mundo, ¿verdad?"
"No existen, ¿o sí?"
"Y la pescadería los pone en exhibición en una caja a temperatura ambiente, verdad... Sólo está, esta duda a comer el pescado crudo después de comprarlo de esa manera."
"C-cierto".
Técnicamente, en este mundo, incluso si dejaras caer el pescado al suelo y lo dejaras allí, con tal de que este exista como un objeto-es decir, con tal que su durabilidad se mantenga, no habría ninguna diferencia en su calidad (y por supuesto, sabor). A pesar de que tendría un efecto de suciedad tres segundos después de haber caído, eso desaparecería después de que se lavara en agua.
Aun así, por otra parte, yo entendía la duda de Asuna. Cuando se trata de sashimi, ingredientes frescos recién pescados definitivamente darían al plato mejor sabor, o se sentiría de esa manera.
"Entonces, tal vez deberíamos asaltar la pescadería justo después de que abre por la mañana y salir corriendo de vuelta... no, aun así no sabríamos desde cuando esta ese pez, eh... -ah, eso es."
Con un pensamiento viniendo hacia mí, abrí la pestaña de habilidades del menú principal.
Yo poseía 12 ranuras de habilidad en mi nivel actual de 96. Las habilidades ahí eran «Espada de una mano», «Doble empuñadura», «Espada a dos manos», «Artes marciales», «Lanzamiento de cuchillo», «Bloqueo», «Curación en batalla», «Búsqueda», «Ocultarse», «Sprint», «Límite de peso extendido» y «Primeros auxilios».
Entre ellas, la de más bajo dominio y uso era sin lugar a dudas Espada de dos manos. A pesar de que la había añadido, pensando en probar equipar una espada de dos manos rara que obtuve hace mucho tiempo, terminé haciendo muy poco uso de ella al final.
Sin embargo, evaluándolo la habilidad de Espada de dos manos jugaba su papel en los duelos contra usuarios de espadas de dos manos en el futuro, por lo que no era un desperdicio, pero no había ningún propósito en dejar que permaneciera en mis ranuras.
"No me digas que estás pensando en cambiar tus habilidades"
Asuna que se puso detrás de mí sin previo aviso se asomó a la ventana que desplegué y habló. Asentí profundamente y respondí.
"Sí... Estoy pensando en descartar Espada de dos manos y convertirme en un pescador."
"¿Quee?"
"¡Sé lo que quieres decir, pero no me detengas, Asuna! ¡Esto es por el bien de tener sashimi fresco!"
Asuna regresó al otro lado de la mesa y asintió sin dudar.
"Sin embargo, no es como si yo te fuera a detener."
"Oh... ¿En serio?"
"Es decir, contigo teniendo Doble empuñadura, no es como si alguna vez fueras a usar espadas de dos manos ahora. Además, siempre he pensado que sería bueno para ti tener al menos una habilidad de tipo estilo de vida".
"¿En serio?"
"Además, quiero tener algunos sabrosos sashimi también. ¡Haz tu mejor esfuerzo con la nivelación de la habilidad! "
Todo lo que pude hacer frente a ese estímulo fue golpear mi pecho con un "S-Sí, ¡déjamelo a mí!".
Después de limpiar la mesa de comedor juntos, nos sentamos en las mecedoras en frente de la chimenea, bebiendo café antes de que Asuna hablara de repente.
"Verdad... esto vino a mí después de que hablaras acerca de las habilidades de tipo estilo de vida. Nosotros fuimos a ver los muebles en Pueblo Coral por la tarde, ¿verdad?"
"Síp."
"Estaba esa mesa sencillamente preciosa en la tienda, ¿no es así?"
"Si... síp."
Ese ligero murmullo era debido a la estrecha posibilidad de que ella sugiriera que compráramos esa mesa de setecientos mil col. Sin embargo, Asuna sonrió, como si negara aquello y continuó sus palabras.
"Me pregunto si podemos encontrar a ese artesano de madera llamado «Mahokl» que hizo esa mesa"
"Eh... hmm, me pregunto. Supongo que podríamos montar vigilancia a esa tienda NPC... Debería ser rápido si contamos con Argo en su lugar. ¿Por qué?"
"Verás…"
Entonces las mejillas de Asuna se enrojecieron por alguna razón.
"Estaba pensando acerca de la adquisición de una silla mecedora personalizada".
"¿Eh?"
Sólo podía parpadear. Después de todo, justo en este momento estábamos sentados en sillas mecedoras iguales. Era algo ya elaborado por los NPCs, pero no era malo en términos de confort.
"¿P-Por qué eso tan de repente?"
"Verás…"
Colocando su taza de café sobre la mesa de al lado antes de levantarse, Asuna se tambaleó hacia mí y se sentó en mi regazo sin previo aviso. Bajé mi copa también en estado de pánico y apoye a Asuna desde atrás con mi mano derecha.
"Mira, si tuviéramos que sentarnos en esta silla juntos, estaría completamente encima de ti, Kirito-kun, ¿no?"
"...S-Sí, lo estarías."
"Con un poco más de espacio para sentarse, podríamos sentarnos lado a lado, ¿no es así?"
"S-Sí, podríamos."
"Además, estaba pensando que sería bueno si el ángulo del respaldo fuera un poco más moderado."
"S-Sí, podría ser."
Mi mano izquierda se movió hacia adelante mientras yo contestaba, pero Asuna me lanzó una ligera mirada de desaprobación antes de levantarse. Volviendo a su propia silla, ella brillantemente abrió una ventana.
"Entonces, voy a enviar un mensaje a Argo-san. Si se encuentra con Mahokl-san, ¿vamos allí juntos mañana? "
"...Vamos."
Un pensamiento vino a mí mientras asentía. Los artesanos de madera deben ser capaces de hacer cañas de pescar también. Sería como «un buen pescador nunca culpa a su vara» para la pesca en el mundo real, pero la calidad de las herramientas afecta los resultados en Aincrad. El aumento de la habilidad de pesca se consideraba una tarea rutinaria, por lo que ser capaz de pescar algunos peces lo haría más agradable también.
Pensé mientras contemplaba el perfil serio de Asuna en tanto ella golpeteaba el holo-teclado.
Es cierto que todavía habían muchos más eventos de diversión por venir. En lugar de pensar acerca de cómo esto se acabaría en pocos días más, debo vivir cada día al máximo. Eso no era diferente de los días en el frente de batalla.
Volviendo los ojos hacia la ventana que estaba todavía abierta, toqué la ranura de habilidad donde se encontraba Espada de dos manos con la yema de mi dedo. En el submenú que apareció, elegí borrar la habilidad. Mientras leía el texto de advertencia acerca de cómo mi dominio caería a cero si lo hacía, murmuré en mi corazón.
—Siento no haberte usado mucho.
Después de pulsar el botón Aceptar, la ranura quedo vacía con un efecto de sonido un tanto triste.
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25 de octubre de 2024, estaba brillante.
Habiendo desayunado, Asuna y yo pasamos a través de la puerta de teletransportación en la ciudad principal del vigésimo segundo piso y descendimos aún más, al tercer piso de Aincrad.
La ciudad principal, Zumfut, era una ciudad construida del ahuecamiento de tres árboles baobab monstruosamente gigantes. Al salir de la puerta de teletransportación, Asuna levantó la vista hacia los árboles gigantes, cortos y robustos, y susurró con los ojos entrecerrados.
"...Ha pasado tiempo, ¿eh?"
"Sí…"
Nos sumergimos en aquellas memorias de hace mucho tiempo mientras permanecíamos uno al lado del otro.
La primera que habló fue, una vez más, Asuna.
"Ahora, vamos. El taller de Mahokl está en... este árbol, ¿eh?"
Nuestras manos se engancharon a pesar de que ninguno de los dos lo inició y nos dirigimos hacia el baobab sudoriental.
La distribuidora de información, Argo, había rastreado en una sola noche donde se quedaba el artesano de madera, Mahokl. Yo había pensado que la tienda estaría abierta en algún piso muy por encima, teniendo en cuenta esa artesanía con un nivel de habilidad llegado al máximo, por lo que fue una sorpresa escuchar que estaba en el tercer piso.
Aun así, parece comprensible luego de esta visita después de todo.
Lo que necesita un artesano de madera, en su mayoría, sería madera de alta calidad. El tercer piso de Aincrad es un piso «bosque» y su superficie era demasiado basta en ella siendo uno de los pisos inferiores. Además, pocos jugadores se pasaban por aquí en estos tiempos, por lo que sería raro que se produjera alguna disputa sobre materiales raros entre aquellos en el mismo comercio.
Cruzando a través de la calmada—o más bien, carente por completo de jugadores —plaza de la puerta de teletransportación, entramos en el edificio baobab y subimos a su tercer piso. El taller estaba más allá del camino circular.
Un pequeño letrero colgado al lado de una pequeña puerta. [Taller de Mahokl] estaba escrito en él.
"...Nadie sería capaz de decir qué tipo de tienda es sólo por eso..."
Asuna asintió en mi opinión también, pero parecía que estábamos en el lugar correcto, a juzgar por el nombre.
Me acerqué y llamé, pero a falta de respuesta empujé suavemente la puerta abierta. Un gikogikogiko fuerte sonó justo después y yo inconscientemente me eché hacia atrás.
El taller se extendía mucho más por dentro de lo que parecía por fuera—es decir, enormes troncos, madera cuadrada y tablones se apilaban en cualquier lugar que fuese posible, por lo que resultaba como un laberinto con sólo partes de la habitación visible. El ruido gikogiko parecía venir desde el centro de la habitación.
Navegando a través de la madera de construcción, girando a la izquierda y la derecha, nosotros de alguna manera lo alcanzamos—un tronco de casi un metro de diámetro y tres metros de largo siendo cortado en dos con una sierra extremadamente grande tripulada por un jugador realmente pequeño.
Aquella altura era probablemente dos o tres centímetros menor que la de Argo la «rata». La vista de ese avatar que parecía casi como un niño, posiblemente más pequeño que la enorme sierra hábilmente manejada, cortando en dos el tronco, que era cerca de dos veces más alto lucía como si fuera una especie de representación artística.
La sierra, de donde venía el ruido de antes, cortó una línea recta a través del tronco gigantesco sin pausa y destello brillantemente en el instante en que tocó el suelo.
Dentro de la luz, el tronco se transformó en numerosos tablones. Ahora que lo pienso, esta sería mi primera vez viendo la técnica de un artesano de madera en persona.
Después se convirtieron en objetos, Asuna y yo dimos una ronda sincronizada de aplausos.
El jugador con una pequeña estructura se giró hacia nosotros con la sierra contra el hombro derecho y habló con una voz adorable mientras sus gafas redondas, adornadas con una textura de manga clásico, brillaron.
"—¿En qué les puedo servir?"