Side Story: Sound of Water, Sound of Hammer

Sound of Water, Sound of Hammer
Traducción: T4DW

“En esta side story se cuenta la historia de cuando Kirito va a la Herrería de Lisbeth para que sus espadas Dark Repulser y Elucidator sean reforzadas a +40. La narración es hecha por Lisbeth.

Esta historia fue publicada junto con el manga Extraordinary Ordinary Days en Sword Art Online: Lisbeth Edition.



Aincrad Piso 48

Agosto 2024

"Por favor refuerzalo."

Observé la cara de mi cliente, quien había dejado una larga espada enfundada en una vaina blanda sobre el mostrador mientras decía esas palabras, por dos segundos.

"... ¿Q-Qué?"

Con la parte del torso hacia atrás respondi tosiendo:

“N-No es nada... es solo que, pensaba por cuanto tiempo piensas cargar con esa espada."

Era una frase parecida a un golpe ligero a esa muestra de timidez, pero con un

"E-Esta bien, no se trata de ir cargándola, la espada me gusta después de todo."

Una vez más, me dejaron sin habla con esa respuesta. Si no rompía el contacto visual con él, ese sonrojo en mis mejillas comenzaría a notarse, así que volví mi rostro a un lado y hablé.

“Bueno, es muy de ti que no actualices tu equipo. Entonces, por favor acompáñame al taller."

Tomando la espada sobre el mostrador, la levante con un espíritu de lucha, gritando

"¡Yoisho!".

La razón de mi vergüenza era simple. Era porque hace tres meses, esta delgada espada que tenía en mis manos, la «Dark Repulser», era la que yo-Lizbeth la herrera-forjé con mi martillo: un arma hecha por mí, y, el usuario de cabello y ropas negras, Kirito, quien había hecho el comentario de "me gusta" sobre la espada, es la persona que yo amo, desde que nos conocimos, sin cesar.

Mi tienda, «Armería de Lizbeth», estaba en el distrito sur del área principal del pueblo del piso 48 en Aincrad. El lugar era común, considerando que era una tienda para jugadores de la clase manufacturera, con el área de ventas y taller en el primer piso, y el segundo piso organizado en 4 cuartos para la cocina y dormitorios.

En cuanto a la razón de su gran valor, no era por la estructura en sí, sino por el molino de agua en la parte trasera, conectado a una vía de agua. Varios dispositivos de gran escala pueden conectarse al eje, que pasaba por la pared hacia el taller. Para una panadería, un molino para la harina; para un sastre, un telar; y así, para un herrero, fuelles o una rueda para afilar. Considerando el mérito de automatizar estas herramientas que originalmente requerirían que el jugador empujara y diera vueltas, todo a mano, el golpeteo del molino día y noche era bastante placentero.

Kirito apareció en la tienda temprano en la mañana, en el segundo verano de Aincrad. Como era un momento del día en el que jugadores obstinado aislaban en los campos de caza o laberintos, mientras las conversaciones pasaban con las bebidas frías después de una comida en los bares o restaurantes, no había otros clientes en la tienda. Deje que la NPC, Hanna (una chica, de unos 15 años, con el apellido de Heinemann) atendiera la tienda, y fui al taller mientras cargaba la pesada espada. Después de que Kirito, quien me acompañó, abriera la puerta sin mayor provocación, el ruido del molino se hizo más fuerte.

"... Que alivio que los veranos en Aincrad no sean tan calurosos."

Su impresión debió ser por ver el horno de un rojo vivo en una esquina del cuarto, eso pensé al escucharlo hablar desde atrás mío. Me senté junto al yunque, dejando salir una sonrisa retorcida sin querer.

"Si te molesta el calor, puedes quitarte eso cuando estas dentro del área, al menos."

La prenda característica de Kirito, quien poseía el segundo título de «EL Espadachín Negro», era esa capa de piel negra que se extendía por debajo de sus rodillas; si uno usara una pieza de ropa parecida durante agosto en el mundo real, ya le habría dado un golpe de calor. Dejando la Dark Repulser aun enfundada sobre el yunque por un momento, volteé a ver a Kirito, quien estaba apoyándose en una pared, y tenía una sonrisa amarga mientras se rascaba la cabeza.

"Es como si, además de dormir, no puedo calmarme sin tenerlo puesto, tu sabes..."

"Con eso dicho, ¿no me digas que tienes el mismo equipo desde el primer piso?"

Anteriormente, cuando estaba conversando con una amiga, Asuna, en este mismo lugar, el tema terminó siendo el único set de ropa de Kirito. De acuerdo a ella, parecía que el tenía la misma apariencia desde que tuvo esa rara y única, «Capa de la Medianoche», del jefe del primer piso.

Al oír mi pregunta, Kirito sonrió de nuevo y meneó la cabeza.

"Si tengo que actualizar mi equipo cada cierto tiempo. Esta «Capa de Wyrm Negro» es la... cuarta generación, ¿creo?"

"Oh... ¿Es drop de monstruo también?

"Nop, es hecha por una jugadora..."

Esa expresión complicada que pasó por la cara de Kirito al responder no se escapó de mi vista. Con una sonrisa en mi rostro, seguí presionando en el tema sin un momento de retraso.

“Oh. ¿De qué tienda es?"

“Bueno, es... solo es algo de A- «Ashleys»...”

"Ohhh. Hehh. Con que sí."

Al arrastrar mis palabras, Kirito hizo el más sospechoso movimiento de evitar mi mirada.

Ashley era una costurera carismática, considerada la numero uno de Aincrad. Aunque no era rival en negocios para mí, una herrera, ella puso su tienda en Lindas como yo, en la sección norte, y era tres veces más grande que la mía (con dos molinos de agua), sin mencionar que el nombre, «Ashleys», era uno que no se podia ignorar. Además, la persona en cuestión era una verdadera belleza, apenas pasando de los 20 años.

Tal vez por estar consciente de que la línea defensiva en la Armería de Lizbeth incluía armadura ligera para quienes usaran espadas de una mano, Kirito balbuceo con una expresión al borde de dejar salir un sudor frio.

"Nah, es que mi tipo se basa en armaduras de piel y todo eso, y la única sastre que conozco que podía manejar material de alta calidad como la piel de dragón negro es Ashley-san, así que no tenía opción..."

"Ni siquiera dije nada. Pero si no me equivoco, ¿No es la política de Ashley-san en items hechos a la medida el solo tomar pedidos que le interesen a ella?"

"¿E-En serio? Fue, este, idea de Asuna, su clienta regular... oh cierto, es como la primera vez que vine a la tienda de Liz, ¿no? Fue un desastre, heh, rompiendo esa espada que vendías cuando la intente usar y..."

Al llegar a ese punto, él se congeló con una expresión que decía "Rayos, pise una mina", y terminé explotando en risas, sin poder contenerlas más.

"Ahaha... no hay necesidad de hacer una cara así, no es más que una lección para mi ahora. Antes, fabricaba espadas enfocándome en Precisión y Velocidad, sin importarme la durabilidad, después de todo. Las espadas que son fuertes con la asistencia del sistema con populares, pero me di cuenta que las espadas que protegerán las vidas de mis clientes en una situación difícil son las durables..."

Después de que mi risa cesara y yo volteara hacia el yunque, levante la Dark Repulser otra vez. Gentilmente la saqué de su funda, era demasiado pesada para que yo la blandiera de forma apropiada en un combate actual, incluso si pudiera cargarla con mi STR.

La hoja que era bastante delgada para una espada larga de una mano era plateada, con un tinte azulado. La querida espada de Asuna, «Lambent Light», era de un plateado translúcido mucho más parecido a un cristal, pero en contraste la apariencia de esta era exactamente como la que se ve en trabajos de fantasía, «Mithril Silver».

“Si no me equivoco, está en +39 al momento, ¿cierto?"

"Sip. En resumen, voy por el +40 hoy."

Kirito asintió a mi pregunta sin dudar, pero tener un número de +40 en valores de refuerzo no era tan común. Cada pieza de equipo que existía en Aincrad poseía una propiedad llamada <Conteo de Intentos de Refuerzo». Como el nombre lo dice, era el número de veces que uno podía desafiar un refuerzo en esa pieza de equipo, y ese número bajaba uno a la vez, sin importar el triunfo o fracaso.

El valor de conteo de intentos para «Dark Repulser» era 50, mucho mayor al resto, entre las espadas que había forjado. Y ahora, el numero restante era de 8. En otras palabras, los resultados de refuerzo hasta ahora eran 39 exitosos, comparado a 3 fallidos. En cuestión de números, era uhmm... aproximadamente 93 porciento. Esto podía ser considerado un milagro ya, y si los espías de información se enteraban de esto, vendrían aquí de inmediato, queriendo buscar el truco. Pero aunque vinieran, no es como si yo supiera la razón.

En cualquier caso, la razón por la que esta espada que fue forjada hace tres meses aun podía ser usada por Kirito en las líneas frontales (actualmente el septuagésimo piso), era por su terrorífico valor de refuerzo. Los jugadores que no se interesan en reforzar sus armas solo actualizan las armas que usan en cada piso, pero el que Kirito equipara la espada que yo hice por tanto tiempo fue causa de felicidad, y también, de preocupación.

El porqué de mi preocupación era que, si uno planeaba aumentar la tasa de éxito en el refuerzo a su máximo valor, la cantidad y calidad de la materia prima necesaria se volvía escalofriante. Incluso si era un jugador solitario, reclamando todos los ítems, no era difícil adivinar que se requería una enorme cantidad de tiempo para juntar todos esos materiales.

- ¿Qué te parece abandonar esta espada, y avanzar a una espada de drop de las líneas frontales?

Me pregunto si debería dar tal consejo, siendo una herrera yo.

Probablemente, si es un arma rara en la clase del piso 70, al llegar a +20, sus propiedades acumulativas podrían compararse con Dark Repulser +39. Y considerablemente menos materia prima se necesitaría para reforzarla, en comparación con la presente.

Mientras observaba la espada, respiré hondamente, y abrí la boca para hablar. Sin embargo, las palabras que salieron fueron

"... Los materiales, los conseguiste todos, ¿verdad? Si quieres llegar a +40, no tengo deseos de intentarlo sin la probabilidad al máximo."

Sofocando mis pensamientos, hablé haciendo mala cara, y Kirito asintió con una enorme sonrisa.

"Claro."

La mano derecha enfundada en un guante sin dedos (hecho de cuero negro, por supuesto) hábilmente manipuló una ventana. Lo que se materializó fue una bolsa de piel excesivamente grande. Dejando la espada abajo y asomándome en la bolsa que recibí, placas de metal que parecían de alta calidad sin duda, junto con colmillos y cuernos de monstruos, varios tipos de joyas y más estaban dentro.

Esparcir todo en el piso para hacer un conteo requeriría una terrible cantidad de tiempo, así que toque la bolsa con mi dedo, mostrando una pequeña ventana que indicaba su contenido. Tocando la espada sobre el yunque junto a mí y golpeándola de nuevo, en el valor de refuerzo mostrado en la ventanita, una ventana más pequeña con la información de los materiales necesarios para refuerzo flotó.

Si yo moviera la ventana de la bolsa con mi dedo, el momento en el que estuviera en contacto con la ventana de la espada, automáticamente entraría en modo de comparacion, informándome si ambos contenidos eran los mismos. Si los nombres de los ítems y las cantidades se tornaban azul, era una coincidencia total.

"Parece estar en orden. Pero en serio, es asombroso como puedes conseguir todo esto cada vez!"

Al decir esa línea que iba contra mis pensamientos de nuevo, Kirito se encogió de hombros muy casualmente.

"La mayoría de los ítems salen incluso en las líneas frontales, solo se apilan mientras hago el mapeo. Solo hay una pequeña porción que tengo que juntar en pisos inferiores, ya sabes."

Sabía que tan difícil era conseguir la cantidad necesaria de «pequeñas porciones», yo haciendo lo mismo por mi mazo de una mano en ocasiones. Pero como se esperaba, palabras opuestas a eso salieron de mi boca.

"No dejes que la noticia de que los clearers andan sueltos en los pisos inferiores a los espías de información. ¡Estoy en contra totalmente de que eso llegue al periódico como «Esa tienda favorita del Bastardo Señor Mandamás» o algo así!

"Hahaha, me limito a cazar en los pisos inferiores de noche, así que está bien."

"... Con que sí. Bueno, eso está bien, entonces."

Mapear los peligrosos laberintos de las líneas frontales en el día, después de tomar una siesta, y cambiar al trabajo desgastante de juntar materiales. Eso significa que Kirito había mantenido ese estilo de vida por estos tres meses. Revisé su complexión con una vista de reojo en reflejo, pero esa suavidad en su avatar era la misma de una chica, sin seña alguna de la fatiga que se debió haber acumulado en él.

Masticando en la silenciosa discordia en mi mente, quité todas las ventanas con un solo movimiento de mi mano derecha.

"Entonces, vamos a empezar ya. ¿Cuál es la propiedad que quieres?"

"Agudeza, por favor!"

Mi perpetuamente positivo cliente asintió una vez en respuesta, y después de alcanzar el gran horno con mis manos, lo que podía ser el artículo principal del cuarto, cambié el menú de «Producción» a «Refuerzo». Ajustando los detalles a Agudeza, vertí los materiales para el refuerzo, desde la bolsa, al horno.

De hecho, era necesario operar los fuelles hasta que el horno se calentara, pero gracias al molino de agua, ese proceso era automatizado. Los hornos pequeños que veías en las calles usaban combustible, así que un fuelle era innecesario, pero no tenían la capacidad de tratar esta cantidad de materiales. El gran horno fácilmente tragando los objetos, que pasaban de ser cien, de alguna forma parecía estar complacido, brillando más fuerte, y la masa de materia prima se licuó en segundos. La flama, que estaba de un color anaranjado-rojizo, se convirtió en plateada usada para representar el modo de refuerzo Agudeza.

Clearers son las personas con suficiente nivel, que se enfocan en limpiar los calabozos de los pisos y vencer a los jefes finales de cada uno de estos.

Sin más espera, introduje a Dark Repulser, ya fuera de su funda, en el horno. La luz plateada envolvió a la hoja, y tan pronto como empezó a brillar, moví la espada al yunque.

Todo lo que quedaba era golpearla con el mazo de herrero por un determinado número de veces.

Aunque no tenía más opción que blandir ese mazo por casi doscientas cincuenta desde cuando esta espada fue forjada meticulosamente desde el lingote, ya fuese reforzar a +1 +40, el número de golpes era de 10.

Saqué mi querido «Mazo Zoringen +20» del cinto, y lo sujete firmemente del mango, enfundado en cuero rojo.

Los mazos de herrero se clasificaban como herramientas, y al mismo tiempo como armas de golpe, así que desde luego que podían ser reforzados. Con eso dicho, era imposible golpearlo con sí mismo, así que tenía un mazo extra solo para el refuerzo de Zoringen.

Con mi respiración yendo al compás de mis movimientos, levantando mi mazo, mi espada querida, aunque no estuviera al nivel de la tenacidad de Kirito, aun tomó dos meses hacerlo. Lo sostuve por un momento en lo más alto, y lo blandí en un solo movimiento.

*iKaan!*, un claro sonido de mazo. El sonido que amaba. Los colores plata y naranja se mezclaron en las chispas, cayendo y desapareciendo en el suelo.

Dos veces. Tres veces. Al forjar mis productos para vender, o reforzar las armas de otros clientes, podía conseguir un estado de nada desde el primer golpe- más bien, me dejaba absorber en los sonidos y la luz, pero al trabajar en la espada de Kirito dejaba fluir mis sentimientos.

Protege a esa persona; asegúrate de volver a esta tienda con él; blandiría mi mazo al hablar.

Cuatro, cinco veces. En tanto esta espada estuviera en la espalda de Kirito, estábamos conectados por un lazo único. No me era posible cuidar su espalda durante las batallas como Asuna, pero podía asistirlo reparando la durabilidad de su espada, e incrementando su valor de refuerzo.

Seis veces, siete veces.

... Sin embargo.

Este lazo no duraría mucho. Los intentos de refuerzo de Dark Repulser decrementarian hoy, dejando solo 7. Si siguiera reforzándola a este paso, quedarían dos meses más... se desgastaría antes de que invierno llegara. Si eso sucedía, no habría más opción que cambiar a una espada nueva para seguir luchando en las líneas frontales.

Cuando ese momento llegara, no era nada seguro que Kirito me pediría forjar una nueva espada otra vez. No, esa posibilidad era muy limitada. Forjar una espada con especificaciones tan altas y tan abrumadora... en otras palabras, lingotes extremadamente raros eran necesarios, pero el drop de un monstruo no valdría ni un col. Para Kirito, quien estaba peleando en las líneas frontales todo el tiempo, participando en todas las batallas contra jefes, sin mencionar que tenía una alta probabilidad de obtener el bonos del último ataque, habría muchas oportunidades de que obtuviera una espada de una mano de categoría rara.

Ocho veces. Y mi mano derecha que causo el sonido del noveno martillazo que llenó el cuarto-se detuvo en el aire. Sentí la mirada confundida de Kirito en mi mejilla izquierda. Pero no me animé a mirarlo.

En lugar de blandir el mazo, lo sujete cerca de mi pecho. «Dark Repulser», envuelto en un brillo plateado sobre el yunque, estaba esperando por ese golpe final en silencio. La duración del efecto de refuerzo era de tres minutos. Si ese tiempo pasaba, el brillo que envolvía la hoja se extinguiría, y el refuerzo terminaría en fracaso automáticamente.

"...Yo..."

Lo que salió de mis labios fue una voz temblorosa, nada más ajeno a la herrera siempre alegre, Lizbeth.

"... N-No la golpeare más... Porque... po-porque cuando los intentos se acaben, el trabajo de esta espada se... se...”

Terminará.

Honestamente Honestamente, si estuviera pensando en el bien de Kirito, habría querido que ese día llegara más rápido. Si el avanzaba a una espada nueva, reforzándola desde +1 otra vez, recoger materiales sería mucho más fácil. Mi mente comprendió esto, pero mi brazo se rehusaba a moverse. Con el mazo agarrado, en mi pecho, solo podía estremecerme.

Entonces, sentí que Kirito se movió de la pared. Paso a paso, podía escuchar sus pasos silenciosos detenerse junto a mí. La orilla de esa capa negra se esparció, el espadachín hincándose a mi lado.

“...Hey, Lizbeth. Tengo... tengo una corazonada."

Era una situación donde se entendería completamente si el dijera "¡Apúrate y golpéalo!" con la ira de ser un cliente, pero la voz de Kirito era gentil. Desde esa noche cuando nos conocimos, cuando él me contó varias historias en el fondo de ese nido de dragón; nada ha cambiado.

"... ¿Corazonada?"

Volteé a verlo, y esas pupilas parpadearon tímidamente, enfrente de las mías.

"Sí. Las líneas frontales están aún en el piso setenta, y hay treinta niveles más... pero me pregunto porque. Tengo una corazonada-no, la creencia de que cuando pelee con el ultimo jefe de este castillo, lo que estaré sosteniendo, es esta Dark Repulser."

"... ¿Porque exactamente, piensas eso...?"

"Bueno, veras, el Sistema de Cardinal es el que decidió el título de esta espada, ¿cierto? «Dark Repulser», aquella que repele la oscuridad... no hay forma de que tal nombre se le dé a cualquier cosa que no sea «equipo final»."

Habiendo dicho eso, el me miro con esa cara sonriente por un momento, sin más palabras que decir.

Normalmente, este habría sido el punto donde tomaba un respiro hondo, o contestar con un

"¿Por qué dices tonterías así?".

Pero esta vez, mis labios también, se torcieron en una sonrisa débil. Respondi con una dulce voz, pero no más quebrada.

"... Eso tal vez sea cierto. No... definitivamente, sucederá..."

"Exacto... Así, que, un golpe más, terminalo con un klang."

"Sí. Tengo una corazonada también. Esta vez, será exitosa."

Levanté el mazo que estaba sujetando lentamente otra vez. Inhale profundamente, y me detuve con mis ojos cerrados, susurrándole a la espada.

Perdona por la demora. Tú, con tu amo, han alejado la oscuridad de mí, ¿no? También lo creo... que un día, un tiempo en el que esa luz tuya brille sobre toda la gente aprisionada en este castillo llegará.

Suavemente, y firmemente, el mazo bajó una vez más.

Diez veces.

La mano derecha enfundada en un guante negro asió la empuñadura de «Dark Repulser +40» que le di.

*Swish, swish* la hoja centelleó con casi ningún rastro de su peso, dispersando un ejemplo prismático de luz en el aire. Finalmente, la hoja de la espada se introdujo en su vaina con un sonido fluido, y su usuario sonrió, complacido.

"Si, con esto, el jefe del piso 70 puede venir en cualquier momento."

"Si vas a decir eso, no te atrevas a tropezarte accidentalmente justo frente al jefe, como en el piso 69. Ese reporte llego a primera página del periódico, e incluso yo me avergoncé de eso, ¿sabes?"

"S-Si... perdona por eso..."

Ante la herrera, Lizbeth, con sus brazos cruzados, estaba el espadachín, Kirito, rascando su cabeza. Habíamos regresado completamente a como éramos antes; se sentía un poco aliviador, pero un poco solitario.

Asfixiando esos sentimientos, me estire vigorosamente.

"U-Uuff... Haah, bueno, como sea, me da gusto que saliera bien. Incluso si la probabilidad estuviera aumentada completamente, hay veces en las que falla. No hay forma de que acepte otro intento tan estresante de reforzar por un rato."

Eso lo dije casualmente, pero después de escucharlo, una expresión incomoda salió de las facciones de Kirito por alguna razón.

"... ¿Qué sucede?"

"N-No, es que... de hecho, como decirlo, el momento ocurrió el otro día..."

"... ¿El momento?"

Con eso, el espadachín abrió su ventana de inventario y guardó la Dark Repulser. Siguiendo eso, con una hábil manipulación, lo que se materializó sobre la ventana estaba envuelta en una funda de cuero negro, una espada larga que desprendía una intensa presencia que pude sentir, incluso desde donde estaba parada.

"... Estaba pensando que sería agradable el confiarte el refuerzo a +40 para este chico también..."

Esas palabras, junto con la espada que trajo ante mí, «Elucidator>>, otra que era preciosa para Kirito, me hizo observarlo en silencio por varios segundos. Haa—Y deje salir un largo suspiro.


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